📘 La AAE llevó a cabo recientemente un análisis de las brechas entre las normas del mercado voluntario de carbono (VCM) y los requisitos de salvaguardia y las buenas prácticas, por encargo de KfW. El análisis revisó seis estándares principales del VCM, incluidos los dos estándares básicos más utilizados, VCS y Gold Standard, así como Plan Vivo, SD ViSTA, CCBS y Social Carbon, para evaluar cómo se alinean con los puntos de referencia internacionales de salvaguardias, como las Normas Ambientales y Sociales (ESS) del Banco Mundial, los convenios fundamentales de la OIT y la UNDRIP, entre otros.
💡 ¿Nuestra comida para llevar? Muchos estándares del VCM aún carecen de varios aspectos básicos en lo que respecta a la gestión del riesgo ambiental y social.
➡️ Derechos humanos, tenencia de la tierra, derechos de los pueblos indígenas y género, aunque sean crítico y ampliamente reconocido temas de protección: siguen siendo áreas poco cubiertas por la mayoría de los estándares.
➡️ Ninguna norma VCM cumple por sí sola con todos los aspectos de salvaguardia de las buenas prácticas. Incluso la combinación de normas a menudo no logra cerrar completamente las brechas.
➡️ El VCS y el Gold Standard, los dos estándares VCM más utilizados, carecen de sistemas de gestión ambiental y social (ESMS) simples y estructurados y no alcanzan áreas de salvaguardia clave como los derechos de los pueblos indígenas, los riesgos de seguridad y la distribución de beneficios. A pesar de tener una posición dominante en el mercado, ninguno de los dos ofrece una protección total a los grupos vulnerables.
➡️ Si bien Plan Vivo se considera un estándar de nicho, sus requisitos han evolucionado significativamente: el año pasado publicó un nuevo Gestión del riesgo ambiental y social en los proyectos de Plan Vivo: procedimientos ambientales y sociales del Plan Vivo. Ahora incluye uno de los enfoques más estructurados para la evaluación de riesgos, la participación de las partes interesadas y los mecanismos de reclamación.
➡️ Plan Vivo también se destaca como el único estándar que aborda los riesgos del personal de patrullaje y seguridad, una preocupación creciente en los proyectos que implican restricciones de acceso o cumplimiento de la ley de conservación. Sin embargo, incluso el Plan Vivo tiene limitaciones, por ejemplo, porque carece de una protección específica para los grupos remotos que se encuentran en aislamiento voluntario y no incluye salvaguardias explícitas para los derechos de propiedad intelectual de los pueblos indígenas.
🚨 Desde la perspectiva de las salvaguardias, estos hallazgos suscitan preocupación, especialmente a medida que los VCM siguen ampliándose como un importante mecanismo de financiación climática. Sin salvaguardias claras y aplicables, el riesgo de dañar a las personas y los ecosistemas sigue siendo alto, ¡al igual que la credibilidad de los proyectos!
✅ ¿El camino a seguir? Los VCM necesitan algo más que la contabilidad del carbono. Necesitan salvaguardias sólidas, transparentes y aplicables —integradas en su esencia— para garantizar que los proyectos protejan realmente a las personas, sus derechos y los ecosistemas. Fortalecer los sistemas de gestión ambiental y social (ESMS), garantizar una participación de las partes interesadas adecuada desde el punto de vista cultural e incorporar la protección de los derechos humanos son pasos esenciales para garantizar que el VCM cumpla realmente su promesa de sostenibilidad. Nuestro análisis puede ayudar a comprender las brechas existentes y, hasta que los propios proveedores de estándares las cubran, sugiere medidas para colmarlas que puedan ser utilizadas por los implementadores.
📄 Puedes leer el informe completo aquí:
¡Próximamente habrá más información a través del Centro de salvaguardias!